PODER CRUDO
Entrevista al escritor canadiense Craig Davidson.
“Rómpete un brazo o una pierna y el punto del hueso se cierra en una envoltura de calcio, poniéndose más fuerte que antes. Rómpete una mano y nunca sanarás bien. Fractúrate el tarso y ahí se quedará la parte fina –como una grieta en el granito bajo los rayos X–. Aplástate un metacarpiano y eso es todo: las esquirlas del hueso que no se clavaron en los tejidos blandos son comidas por las encimas; el polvo es tamizado al flujo sanguíneo. Mírale la mano a un boxeador profesional: los nudillos quebrados y sin vida contra la pesada bolsa o algún rostro de púgil y la piel agrietada en diagonales que se cruzan, una cadena de X cicatrizadas.” — Craig Davidson, “Rust and bone”
Las historias del canadiense Craig Davidson realmente capturan tu atención. Se te meten adentro como balas, y no las puedes sacar de tu cabeza — podrían hacerte más daño. Hace poco publicó en Canadá y Estados Unidos su primera colección de relatos, “Rust and Bone” (Penguin Books Canada, 2005), un libro elogiado por autores como Chuck Palahniuk (escritor del Club de la pelea, que dijo: “Davidson… difumina la línea entre comedia y horror, crueldad y compasión. Sus maravillosas historias son desafiantes y trastornadoras… no busques comodidad aquí”), Bret Easton Ellis (escritor de American Psycho, que dijo: “Estas historias grandes y apasionantes sobre tipos rudos en problemas son lo mejor que he leído en mucho tiempo de un escritor joven. Hay suficiente enfrentamiento, conmoción y suspenso para una docena de libros”), y Thom Jones (escritor de Ola de frío, que dijo: “El paisaje de Rust and Bone es una zona de guerra. Cuando se trata de poder crudo, Davidson es una fuerza a considerar”).
Contactamos a Craig por correo electrónico, y en menos de cuatro horas nos respondió: “Sería un placer, gracias por preguntar. Envía las preguntas en cualquier momento y yo las responderé lo más pronto posible”. Y eso hizo.
Craig, tú comenzaste escribiendo novelas de terror, de hecho, publicaste una llamada The Preserve (Editorial Necro Publishing) bajo el seudónimo de Patrick Lestewka. ¿Regresarías a ese género?
Claro, definitivamente me gustaría regresar a ese género. Siendo franco, todo este asunto con “Rust And Bone” salió de la nada. Mi expectativa siempre ha sido ser un escritor de terror. He escrito otra novela de terror y está afuera “dando vueltas”, como dicen. Ciertamente me gustaría venderla, para poder escribir otra en algún momento.
En alguna parte leí que tus historias (sobre adictos al sexo, magos, boxeadores, etc.) no se basan en experiencias reales. Pero son bastante creíbles. Los personajes son muy poderosos. ¿Como los construyes?
No, nada de experiencias reales. Aunque tal vez si mintiera como James Frey, y dijera que las cosas del libro realmente me pasaron, el libro podría estar vendiéndose mejor. Pero a mí nunca me ha mordido la pierna una ballena asesina, nunca he observado una pelea de perros, nunca he boxeado en un almacén abandonado o embargado un automóvil como a mis personajes. Algunos de ellos que me alegran, ¡y algunos que me hacen desear una vida más interesante! Yo creo que esa puede ser la razón principal por la que mis personajes son como son: estoy interesado en ellos, en sus vidas, en sus miedos y deseos y rabias. Así que si son poderosos, es probablemente mi profundo interés en ellos que los hizo así.
Estás en el taller de escritores de Iowa. ¿Cómo le ha ayudado el taller a tu escritura?
Pienso que la gente tiene varias reacciones frente a un taller de escritura. Necesitas confiar en tu trabajo y ser capaz de enfrentarte a las críticas; sino podrían destrozarte. Hay mucha competencia en los talleres, rivalidad, y debería haberlas: escribir es un acto difícil, hay una cantidad de competencia y si tus libros no sen interpretan bien, estás en problemas. Así que pienso que esto te endurece, es algo útil cuando te publican o te conviertes en escritor de tiempo completo. Así que tal vez sea una espada de doble filo. Disfruto la experiencia.
Con la publicación de tu colección de relatos “Rust and Bone”, obtuviste elogios de escritores como Chuck Palahniuk, Bret Easton Ellis, y Thom Jones. ¿Te gusta estar asociado a estos escritores?
Ah, claro, por supuesto, ellos son influencias enormes. Así que claro, de alguna forma estoy beneficiándome indirectamente. Alguien me preguntó si me preocupaba que me encasillaran como un “tipo rudo” o un escritor “macho”; en ese momento respondí que me gustaría que me encasillaran como CUALQUIER cosa; si estás encasillado, ¡al menos la gente sabe algo de ti! ¿Pero mi ficción cambiará al pasar el tiempo? Por supuesto. Quiero decir, hace dos años estaba escribiendo horripilantes historias de terror sobre zombis y hombres lobos y criaturas babosas; ahora estoy escribiendo cosas totalmente diferentes. Pienso que la mayoría de los escritores, por curiosidad natural, cambian su enfoque después de un tiempo.
¿Hay alguna posibilidad de que Rust and Bone llegue al cine?
Bueno, ojalá. Sería maravilloso. No estoy seguro cómo lo harían, teniendo en cuenta que son relatos, pero desde mi perspectiva sería excelente. Tengo un agente cinematográfico, y está buscando propuestas; así que mis dedos están cruzados.
¿Cuáles son tus libros favoritos?
Toneladas. Demasiados para nombrar, Mis favoritos siempre están cambiando. Algunos recientes serían HOUSE OF LEAVES (de Mark Z. Danielewski), THE WORLD ACCORDING TO GARP (de John Irving), y CUTTER AND BONE (de Newton Thornburg). Todos son libros maravillosos.
¿Has leído escritores suramericanos? ¿Qué piensas de la literatura suramericana?
He leído, y me ha encantado, la colección GUERRA EN LA PENUMBRA de Daniel Alarcón. Yo estuve con él en una reunión en Toronto; es un tipo maravilloso y un escritor fantástico. También me gusta Isabel Allende. Y por supuesto Gabriel García Márquez.
¿Qué se te viene a la cabeza cuando piensas en Colombia?
Desafortunadamente todo lo que sé de Colombia lo conozco a través de libros y películas. En los trabajos de Márquez está, por supuesto, pintado como un lugar bonito, a veces peligroso, pero también mágico. Extrañamente, una película Americana que recuerdo y me hace pensar en Colombia es ROMANCING THE STONE, la cual vi hace años cuando era niño. Imagino que muchos colombianos tienen la misma noción distante de Canadá: mucha nieve, tal vez montañas, osos y castores y alces. Nuestros países están tan separados, que es difícil saber algo sin verlo con mis propios ojos. Es un lugar que me encantaría visitar algún día.
Para saber más sobre Craig Davidson, puedes visitar su website
[Preguntas y traducción: Hernán Ortiz y Vivi Trujillo]
[Foto: Kevin Kelly]